Sin imanes, sólo con magia, queridos amigos de la escuela de magos… perdón, será mejor empezar nuevamente porque aquí de varitas mágicas y demás artilugios imaginarios no tenemos nada. ¡Sólo ciencia! ¿Acaso hace falta algo más? En primer lugar, veamos en el siguiente vídeo cómo hacer levitar un pequeño barco hecho con papel de aluminio.
Por supuesto, el barquito se sostiene sobre “algo”, ¿pero qué es? No es aire común, debe de tratarse de otra cosa. La substancia responsable de esta curiosidad física es el hexafluoruro de azufre (SF6). No hay nada mágico detrás y, como bien sabrán muchos lectores de TecOb, este divertido experimento se ha convertido en todo un clásico de la ciencia recreativa. Las propiedades del SF6 son sorprendentes, pues en condiciones habituales de presión y temperatura es un gas prácticamente invisible, no es tóxico y carece de olor. El sueño de todo mago porque, además de estas cualidades que lo convierten en algo completamente evanescente y hasta fantasmal, casi como el aire, resulta que es mucho más pesado que éste, en concreto unas cinco veces más. Un gas tan denso e invisible es ideal para hacer levitar pequeños objetos, puesto que se mantendrá “pegado”, al menos temporalmente, a las partes bajas de un recipiente como si de un minúsculo océano imperceptible se tratara. Por cierto, otra de las curiosidades alrededor de este gas se encuentra en que, al ser inhalado, se comporta de forma contraria a como lo hace el helio con la voz humana. He aquí lo que sucede, tal y como nos muestra el incansable Adam Savage, al respirar helio en primer lugar, para pasar más tarde a tomar una bocanada de hexafluoruro de azufre… 
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