El presente gráfico trata de representar las fases del ciclo de gestión de incidentes y los grupos de atención que deben tratarlo en cada fase. A estas alturas a nadie le sorprenderá ver un ciclo parecido al de Demming (Plan-Do-Check-Act) como eje central de las tareas.
Las distintas fases del ciclo son:
- Plan: La organización se prepara para defender su infraestructura de TI y los datos mediante la evaluación de sus riesgos y su estado de seguridad. Se trata de entender cuales son las posibles amenazas y si somos o no vulnerables a ellas. El chequeo de vulnerabilidades y los test de intrusión pueden ser actividades de esta fase dado que sirven para evitar la detección ajena del fallo siendo nosotros mismos quienes nos preocupemos por hallar agujeros en nuestra infraestructura. La fase de planificación permite a la organización diseñar una arquitectura de seguridad de la información más robusta frente a los ataques comunes o más triviales. Permite que la Organización no quede al descubierto con los continuos escaneos de vulnerabilidades que se realizan ya a diario a través de Internet buscando potenciales víctimas fáciles.
- Resistir: Después de haber planeado sus tácticas de defensa y estrategias, e implementar los componentes apropiados de su arquitectura de seguridad, la organización debe resistir los ataques. Esto implica el uso de tecnologías de protección perimetral que hacen de primera barrera y muro de contención frente a ataques ya dirigidos. Los detectores de intrusos y las herramientas más proactivas como los IPS pueden eliminar también mucho ruido de ataques automatizados utilizando herramientas más sofisticadas. Filtrar el tráfico de red no deseado en ambas direcciones entrantes y salientes, las infecciones de malware (en la medida de lo posible), establecer mecanismos de control de acceso a los datos y aplicaciones basadas en métodos de autenticación robustos, etc. Nótese el uso en esta fase del término 'resistir', donde ya suponemos que nos toca responder frente a una agresión intencionada.
- Detectar: Dado que es ingenuo esperar que la organización será capaz de resistir todos los intentos de intrusión, hay que dedicar esfuerzos a detectar los indicios de penetración en nuestros sistemas. Esto implica tener visibilidad y monitorización en todos los niveles de la infraestructura (redes, aplicaciones, datos, etc) y herramientas de detección de intrusos basadas en patrones de uso anómalos mediante la extrusión, la realización de la detección de cambios, la recolección y revisión de los registros, y así sucesivamente. Los datos recogidos en la fase de detección son fundamentales para investigar el alcance de la intrusión de una vez han sido descubierta. Muchas organizaciones no implementan esta fase correctamente y no recogen evidencias digitales que luego les permita emprender acciones legales si la gravedad del asunto lo requiere.
- Actuar: Una vez que el incidente ha sido detectado, la organización se moviliza para responder a la intrusión. Este proceso generalmente implica entender el alcance del incidente, la situación y su resolución. El análisis de los hechos una vez resuelto el conflicto debe servir para aprender de los errores y debe contribuir a mejorar la fase de planificación inicial de protecciones del nuevo ciclo que comienza.
Fuente: Javier Cao Avellaneda
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