Ayer, martes 27 de abril, Steve Ballmer se presentó en la Universidad Argentina de la Empresa en Buenos Aires, aprovechando una visita a Argentina por temas de negocios, y dio una breve charla sobre la computación de nube, cómo se desarrollará, y cómo puede integrarse a nuestras vidas.
Aunque no hizo ningún anuncio revelador, y “la nube” es algo con lo que estamos familiarizados, podemos recorrer brevemente los puntos clave de su exposición, para los que quieran ver un poco más de cerca la mirada de Microsoft sobre el tema (o quienes no sepan mucho del mismo).
El potencial de la nube: las oportunidades que crea y las responsabilidades que trae.
El trabajo en La Nube trae la oportunidad de crear software y contenido interesante, y el poder ampliar la forma en que nos comunicamos. Vamos migrando lo que hacemos hacia la nube. Ahora se construye desde Internet y hacia afuera, no al revés.
Y la responsabilidad que trae aparejada es tanto de los usuarios en su uso, como de los creadores de estas tecnologías.
“La nube” aprender de uno y lo ayuda a aprender, decidir y actuar.
Lo que se sube puede ser usado por cualquiera, pero además se sube una cantidad de información tan grande que la nube se va enriqueciendo, y haciéndose más “inteligente”. Y justamente por eso puede ofrecernos posibilidades de aprendizaje, información, y como tal, prepararnos para tomar mejores decisiones.
El software que se construye para la nube es diferente al tradicional. el tradicional estaba hecho para obedecer órdenes, mientras que el de la nube está preparado para interpretar y analizar los datos ingresados y el comportamiento de los usuarios, con lo cual se va enriqueciendo y ampliando su conocimiento (en calidad y relaciones).
La nube enriquece las interacciones sociales y profesionales.
Si logramos integrar estas tecnologías a nuestra vida cotidiana, puede no distanciar sino enriquecer las relaciones humanas, tanto sociales como profesionales, derribando límites geográficos y temporales.
La nube “quiere” mejores dispositivos
A medida que las cosas se mueven a la nube, los dispositivos deben ser más inteligentes. No porque sean complejos o difíciles de usar, sino porque deben poder procesar mucha información, realizar operaciones en tiempo real. Hace falta buenas redes, pero dispositivos inteligentes a ambos lados para aprovecharlas y que se pueda trabajar con esa información.
Un ejemplo de esto serían los smartphones, o el Proyecto Natal, que interactúa con el usuario de una forma más intuitiva (no solo con el cuerpo como control, sino por la forma de responder).
Microsoft
El punto final de la exposición giró en torno a Microsoft (esto no podría faltar, por supuesto), y Ballmer comentaba que la empresa se alimenta de La Nube, pero a la vez La Nube se alimenta de los aportes de la empresa.
La razón de la visita de Ballmer a Argetina (después de 10 años) tuvo que ver con la búsqueda de un entorno laboral y legal en el que puedan seguir desarrollando estas tecnologías, y con la convicción de que la comunidad IT de este país está lista para acompañarlos. Además, confía en que este desarrollo pueda enriquecer a la industria de la información, tecnología, y a la sociedad en su totalidad.
En todo caso, no fue nada que no sepamos o conozcamos de antes (y con un exceso de palabras como “nube” o “inteligente”), aunque poder escuchar la postura de una empresa como Microsoft directamente desde su CEO no deja de ser una experiencia interesante.
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