Apple ha promocionado mucho el cambio automático de gráficos en sus nuevos Macbooks Pro de 15 y 17 pulgadas. El objetivo principal de la conmutación automática de gráficos de Apple es equilibrar el rendimiento gráfico con la vida de al batería: de esta forma, tendremos buenos gráficos cuando los necesitemos y se alargará la duración de la batería cuando no los necesitemos.
En los MacBook Pro anteriores, la compañía de la manzana quiso conseguir el mismo objetivo mediante la inclusión de una GPU junto con el chipset de gráficos integrados de NVIDIA 9400M, pero los usuarios lo debían cambiar de forma manual a través de las Preferencias del Sistema, además de tenr que cerrar la sesión, hecho que hizo que no se utilizara habitualmente.
Actualmente los nuevos MacBooks Pro hacen el cambio automáticamente mediante el sistema operativo, sin la intervención del usuario (se puede desactivar desde las Preferencias del Sistema). De esta forma, las aplicaciones habituales, como tareas cotidianas de correo electrónico o navegación por Internet, así como documentos de texto o hojas de cálculo, Mac OS X utilizará la tarjeta integrada, y en cuanto ejecutemos programas como Aperture o Photoshop, el sistema operativo cambiará a la NVIDIA GeForce GT 330M, apagando los gráficos integrados para ahorrar todavía más batería.
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